Comentario

A “Raspado Carnoso”

Te culpo. Te culpo por ser mi portada. Estoy en el lapsus en el que te odio, y aún así, no me queda otro remedio que aferrarme a tu mera presencia. Estás ahí, rubia hedionda, con tus uñas llenas de carne podrida, mirándome, riéndote de mí. Sabés que no voy a escribir nada que te supere. Sabés que sos el ángel demonio que inspiro miedo en los demás (y hasta en mí misma). Vos sos la causa de que me sienta como un Anthony Burguess con su “La naranja mecánica”. Vos, chica sin nombre, te volviste mi Sherlock Holmes.

Ahora espero sinceramente ver que tu hermosura se caiga a pedazos. ¿Sabes qué? No espero nada de vos. Quedate en el placard de mis cuentos estrambóticos, llenate la boca de uñas porque a mí, a mí ya no me importa.

Es la ira que me impulsa a decir esto “he creado un monstruo”. No por el sentimiento que le provoca a los demás leerte, sino porque, ahora cuando te veo, cobraste vida, me robaste el protagonismo. Si no fuera porque estoy completamente sobria escribiendo esto, lágrimas correrían por toda mi cara, ya que, espero que esto se repita algún día. Así también odiaré al siguiente. Odiare a tu sucesor. Pero por lo menos, odiaré a muchos, y no solamente a vos.

Esa es la maldad. Eso es lo que te hace especial. Sos mi única obra maestra, mibest-seller a tamaño psicológico emocional. Ahora comprendo que fueron de los dedos de aquel extraño, ellos fueron mis dedos. ¿Cómo escribiría sin dedos? Esos dedos que se cayeron, que no llegaron a sobrevivir, eran mis propios dedos: anunciándome que ahora, ya no podré escribir.

Lamento lo fatalista de este texto sin sentido. Muchos le han escrito a seres queridos, hasta tal vez a escritores, pero dudo mucho que alguien haya maldecido a algún cuento o poesía propia por escrito. O tal vez sí, y solamente estoy haciéndome sentir especial. Lo importante de esto es que “Raspado Carnoso” fue el único cuento que escribí por pura inspiración. Y ella, de cierta forma, me ha apuñalado por la espalda. Te aborrezco, “Raspado Carnoso”, te aborrezco, “Inspiración”. ¡Denme algo de magia, por favor! Que ya estoy al borde de la desesperación. Soy una simple adolescente que aspira llegar demasiado alto, y ya se dio cuenta de que se cayó. Me caí. Es así, en ningún momento estuve a punto de volar porque ya me caí.

Me caí cuando admití que este puto cuento era lo único buena que había hecho. Ahora no, me levanto, y con modestia y orgullo puedo decir que te odio.

(28 de julio del 2011)